Nuestra Familia

Dios transforma, levanta y cumple promesas, incluso cuando todo parece perdido. Así comenzó el caminar del Pastor Roberto Armando Hidalgo Oakes, pastor de la iglesia Monte Horeb Croc.

Todo inició en medio de una crisis matrimonial. Él y su esposa atravesaban momentos difíciles, hasta que ella fue invitada a una iglesia bautista. Aquella visita cambió su vida. Volvió transformada, y esa transformación despertó en su esposo una inquietud profunda: “Yo quiero de eso”, le dijo. Fue así como juntos comenzaron a caminar con Cristo.

La primera profecía sobre su llamado llegó en la iglesia Monte Calvario: “Tú vas a ser pastor”. Y aunque aún no lo comprendía, la palabra comenzó a cumplirse. Después de pasar por diferentes congregaciones, siendo fieles y sirviendo donde Dios los llevaba, llegaron hace 34 años a la iglesia Monte Horeb Internacional, donde han visto milagros, sanidades, y generaciones completas creciendo en la fe.

Durante años, en cada lugar al que iba, la gente le decía: “Usted va a ser pastor”. Aunque no tenía preparación formal, lo invitaban a predicar. Y sin buscarlo, Dios lo formó en el camino. Tras 15 años de preparación en la prueba, fue ungido como pastor, y desde entonces no ha dejado de caminar.

Hace poco más de un año y medio, su esposa partió con el Señor. Aun en medio del duelo, el pastor Roberto sigue firme. Hoy lidera con pasión una iglesia viva, con jóvenes encendidos, sueños cumplidos como la remodelación del templo, y una nueva generación dispuesta a servir a Dios.

Su historia no es solo la de un hombre llamado al pastorado, sino la de una familia entera marcada por el amor de Cristo: hijos, nietos, generaciones enteras caminando con fe. A través del dolor, las promesas, los milagros y el servicio, este testimonio nos recuerda que Dios nunca se equivoca al llamar a alguien. Él cumple lo que promete.

Próximamente, en nuestro podcast, conocerás a fondo esta y más historias reales de fe, lucha y transformación.

Prepárate. Lo que viene será una bendición.

Una historia de fe, quebranto y promesas cumplidas está por revelarse.
Detrás de cada prueba, hay un llamado. Detrás de cada lágrima, una promesa.
Muy pronto conocerás el testimonio de alguien que fue formado en el fuego, sostenido por la fe y levantado por la mano de Dios.

Prepárate… el milagro no solo es real, está más cerca de lo que imaginas.